El cuidado de nuestra energía vital, en especial en estos tiempos de cambio y evolución acelerada, es sumamente importante, tan importante como comer o bañarnos. Muchas veces sentimos agotamiento, nos volvemos muy sensibles emocionalmente sin razón aparente, tenemos cambios de humor repentinos, nos irritamos con facilidad y no sentimos energía para realizar todas las actividades que queremos. Entre los síntomas físicos podemos encontrar: dolores de cabeza, mareos, náuseas, tensión y dolor en diversas partes del cuerpo (en especial: cuello, hombros y en la parte alta de la espalda). Estas sensaciones pueden deberse a múltiples causas: contaminación en el aire y en el agua, alimentación baja en nutrientes (exceso de alimentos procesados que son bajos en Prana, energía vital), ambientes laborales tóxicos, exposición a campos electromagnéticos no naturales que nos afectan (en especial si uno vive en la ciudad donde abundan ondas de televisión, radio, telefonía, líneas eléctricas, etc.). Todo esto hace que nuestro Aura (campo electromagnético) se debilite y quedemos más expuestos a absorber energías densas del entorno, en especial de otras personas, ya sea de: nuestra familia; compañeros de trabajo o gente en general que nos cruzamos, la cual se van pegando a nuestro cuerpo energético, entorpeciendo su proceso de absorción, transformación y liberación de energía. Con el tiempo, todo esto hace que nuestro cuerpo sutil (Aura, Chakras, Meridianos) comience a tener fugas energéticas, lo cual afecta también a nuestro cuerpo físico, que está completamente relacionado con el cuerpo sutil.